Alterna el trabajo intenso con los descansos: Es recomendable que las jornadas laborales estén concentradas en emplear dos horas de trabajo y luego pasar a un período de descanso para que el cerebro no se agote de más y pueda afectar tu rendimiento.

No combines la vida laboral y personal: Para ser más productivo no necesitar llevar trabajo de la oficina a la casa, ni tampoco llegar tarde a tus obligaciones laborales porque tengas compromisos sociales o familiares. Cada aspecto debe ser respetado y así conseguirás se más productivo sin sobre exigirte.

Comienza un hobby: Los beneficios de realizar una actividad fuera del trabajo de forma regular y que contribuya a tu crecimiento personal, son muchísimos. Entre esos beneficios encontramos una mejor productividad dentro del horario de oficina, ya que los hobbies contribuyen a que se drene el estrés causado por la carga laboral, lo que garantiza que llegarás fresco cada día al trabajo.

Sé más organizado: Procura siempre mantener tu escritorio en perfecto orden, donde siempre el elemento que más se destaque sea el trabajo que estas realizando actualmente. En cuanto a las tareas, es importante que organices por orden de importancia, así te aseguras de brindar mejores resultados a tus superiores sobre los temas que más les interesan.

Enfócate en la calidad y no en la cantidad: Brinda un trabajo de mejor calidad, sin importar si son pocos los resultados finales en orden de trabajar menos y ser más productivo. Si te enfocas en brindar calidad, cada tarea estará hecha a la perfección.